martes, 9 de agosto de 2022

Gracias 8 8 2 2

 

Por la cama que me recibe cansado

por el monte

por el cerro Linderos

por caminar entre los molles

por la sonrisa

por la música

por poder escuchar la música

por el sonido de los pasos sobre el pasto

por el crujido de la leña en el fuego

por quien prepara la comida

por la comida

por compartir la comida

por el agua y el vino

por la naranja que da el jugo para beber

por la pera que humedece el cuchillo que la pela

por el pan de ayer que se tuesta

por las migas de las tostadas que dejo sobre el pasto

por el zorzal

por el picahueso

por los “pst-pst”

por el hornero

por las catas

por los aguiluchos chillando allá arriba

por el cóndor planeando alto muy alto

por la risa

por cada sonrisa

por la lágrima que avisa

porque puedo llorar ante la perdiz

por el vuelo súbito de la perdiz

por la bosta de los caballos

por las espinas en las zapatillas que no me pincharon

por el apego del monte que traigo en las zapatillas

por poder volver acá

por la comunidad que se agita en el baile y el canto

por los ojos brillantes que me devuelven la mirada

por caminar otra vez en el Monte

por cada persona que me brinda su amistad

por el amor que da la tierra en cada criatura

por la gota de la lluvia demorada en las ramas de las acacias

por el techo

por el calor del hogar

por la luz

por la sombra

por tu mano abierta

por tu mano que estrecha otras manos

por la palabra dicha a tiempo

por la palabra callada a tiempo

por mirar

por dejarse mirar

por quedarte en el abrazo

porque sí y porque no, yo, Alejandro en el Viento, doy gracias, gracias, gracias

 

Alejandro Ferrerya 

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